Existen muchas creencias erróneas que nos dejan aparentemente sin opciones para evitar un embarazo no deseado sin tener que utilizar anticonceptivos artificiales.
O que obligan a las mujeres con reglas irregulares a llevar siempre una compresa en el bolso.
O que hacen que mujeres con síndrome de ovarios poliquísticos asuman que sus ciclos son anovulatorios.
O que una mujer de cierta edad que busca quedarse embarazada y tiene el factor del tiempo en su contra deje pasar opciones de quedarse embarazada porque cuando ovuló este ciclo no tuvo relaciones con su pareja ya que se fue a visitar a su madre, cuando si hubiera sabido cuándo eran sus días fértiles hubiera programado el viaje para otra fecha.
Hoy voy a desmontar 4 mitos acerca de los métodos de reconocimiento de la fertilidad:
1. Los métodos naturales son antiguos y sobre todo, no son fiables
Esto se debe al desconocimiento que hay sobre la fertilidad femenina. Estamos acostumbradas a que siempre nos han metido miedo con que nos podemos quedar embarazadas cualquier día del mes y cualquier día de nuestra vida somos fértiles.
Por lo tanto, todos los días hay que tomar precauciones para evitar un embarazo no deseado o al contrario, cuando queremos quedarnos embarazadas hay que tener relaciones sexuales frecuentes y el embarazo vendrá, sin tener en cuenta las individualidades de cada pareja.
Y ya ni hablemos de observar nuestro cuerpo simplemente porque queremos estar conectadas con las señales de salud que nos envía, igual que nos gusta saber cómo tenemos la tensión arterial o hacernos análisis para descartar una anemia. En este caso se nos olvida que nuestra menstruación es un signo de salud igual que nuestro pulso o nuestra frecuencia respiratoria.
Por último, debido a este desconocimiento, se mezclan métodos caseros o de eficacia muy cuestionada como la "marcha atrás" con métodos muy eficaces como el método sintotérmico de doble comprobación.
La seguridad o eficacia de cualquier método de la regulación de la fertilidad se determina con el Índice de Pearl (IP). Con este índice se calcula el número de embarazos no planeados en 100 mujeres durante un año. El IP del método sintotérmico, según la NFP (Alemania), es de 0 a 1; esto quiere decir, que de 100 mujeres que aplican el método correctamente, no ha habido ningún embarazo o como mucho uno durante un año. Teniendo relaciones sexuales solamente en el tiempo infértil después de la ovulación, hay una seguridad prácticamente del 100%.
Una mujer bien informada que decide utilizar anticonceptivos hormonales merece todo el respeto, igual que lo merece una que decide controlar su fertilidad de forma natual.
2. La segunda creencia es que sólo por cuestiones religiosas se deben buscar otras opciones de planificación familiar
Es cierto que muchas mujeres se acercan a los métodos naturales por motivos religiosos, pero no siempre tiene porque ser así.
Otras mujeres se benefician de ellos por otras causas como haber tenido efectos secundarios con anticonceptivos hormonales, porque les incomoda o les da alergia el preservativo o porque les gusta vivir su ciclicidad de una forma respetuosa con su fisiología.
3. Hay mujeres (y hombres) que consideran que la planificación familiar natural es un retroceso
Piensan que existiendo anticonceptivos hormonales o de barrera, es un atraso y una forma de inhibir la sexualidad, o que es tarea imposible abstenerse de tener relaciones sexuales con penetración en los días fértiles (¡más aún si piensan que son fértiles prácticamente todos los días!).
Es verdad que precisa que ambos miembros de la pareja estén en la misma onda pero eso, lejos de ser un problema, puede ser una oportunidad de acercamiento hacia una sexualidad más plena y más consciente y puede abrir un abanico de posibilidades mucho más allá del coitocentrismo.
4. Si no te quedas embarazada lo que tienes que hacer es relajarte y no obsesionarte
Vamos a ver: sí y no.
Está demostrado que el estrés influye de manera negativa en la fertilidad (bueno y en la salud en general). Este consejo es muy socorrido cuando queremos animar a una pareja que está intentando lograr un embarazo y no lo consigue, pero la mayoría de las veces hace más mal que bien.
Lo primero es que lo más probable es que a esa mujer le encantaría relajarse, pero el que se lo digan continuamente no hará más que aumentar su presión y su culpa.
Y lo segundo es que no debemos dar nada por supuesto si no sabemos la historia obstétrica de esa pareja. A lo mejor no se embaraza porque no está ovulando. O tiene las trompas obstruidas. A lo mejor su pareja tiene el seminograma alterado. Y todo esto no hay relajación que lo arregle, se necesita un abordaje integral.
Por otra parte, es cierto que no hay que obsesionarse. Pero tomar consciencia de nuestros signos de fertilidad o registrar nuestro ciclo menstrual para saber cuándo ovulamos y aumentar las probabilidades de que haya una fecundación no tiene por qué generar ansiedad. Al contrario, puede ayudar a que esa pareja sienta que está tomando acción y haciendo todo lo que está en su mano, lo cual puede vivirse como una etapa emocionante de transición y de crecimiento conjunto.
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